Has leído bien el título de este artículo, ¿piensas que hay alguna relación entre Einstein y el Feng Shui?
Y, ¿te parece que Albert Einstein habría descubierto y hubiese aportado a la ciencia tanto conocimiento si sólo hubiera creído en lo que podía ver?
Si alguien estudió la energía y ha pasado a formar parte de la Historia universal de la Ciencia es Einstein. Sus teorías son la base de los descubrimientos y logros más revolucionarios de nuestro tiempo.
Albert Einstein ya sabía que sólo podemos percibir una mínima parte con nuestros sentidos. Por supuesto, todavía tenemos que diferenciar entre la parte consciente y la inconsciente. Porque, solo con la consciente funcionando, está claro que no podríamos ni sobrevivir una semana.
Cuando la gente me consulta, con escepticismo, sobre el Feng Shui y las energías, me pregunto por qué concedemos premios Nobel a personas a las que sólo creemos cuando dicen, hacen o crean, algo que nos ayuda en nuestro día a día pero el resto del tiempo ignoramos.
Por eso, siempre les recuerdo que, por ejemplo, Albert Einstein no habría descubierto todo lo que logró si su mente hubiera sido tan limitada como lo es para la gran mayoría de nosotros.
El vínculo entre Albert Einstein y el Feng Shui (existe)
Albert Einstein dijo una vez: “lo que llamamos materia es energía cuya vibración se ha reducido de modo que se hace perceptible a nuestros sentidos”. Por tanto, ¡no hay materia!
Para mí, esta frase tiene mucho que ver con el Feng Shui.
En el Feng Shui partimos de la base de que la energía está en todo y en todos los lugares. Es decir, en cada objeto como una silla, una mesa, un espejo… Pero, también, en las paredes. Por supuesto, cada ser humano también está hecho de energía. Al fin y al cabo, somos como una pequeña central eléctrica que mantiene vivo nuestro cuerpo día tras día. Pero esta misma energía también está en nuestro entorno, con ríos, lagos, océanos, montañas, carreteras y casas. Lo que nos rodea es energía y, por tanto, desprende energía.
Podemos percibir parte de ella. Pero, la mayor parte, no es directamente perceptible ni para nuestros ojos ni tampoco para nuestra mente. Pero eso no significa que no esté ahí.
En alguna ocasión, todos hemos visto un arco iris. Si no lo vemos, ¿significa que los colores no están en la atmósfera? Por supuesto que están ahí. Pero, sólo podemos percibirlos en determinadas condiciones.
El Feng Shui, este antiguo arte de observación, lleva mil años trabajando con este conocimiento. Incluso si no lo conoces o no crees en él. Porque la energía, aunque no la aprecies en su medida por no ser lo suficientemente racional, sigue teniendo un efecto sobre ti y el entorno que te rodea.
Cómo influye la energía en nosotros
Al fin y al cabo, es muy diferente estar entre rascacielos y coches que tocan el claxon o frente a un lago de montaña. Notas la diferencia energética de inmediato. ¿No te ha ocurrido?
También las energías son muy distintas si vives en tu propia casa con jardín, donde cada habitación, incluido el baño, tiene una ventana. O si, por el contrario, tu vivienda es un piso con vecinos arriba y abajo e, incluso habitaciones interiores sin ventilación directa.
Conectamos con todo lo que nos rodea. Por eso, es tan importante prestarle atención a las energías que tenemos cerca y forman parte de nuestro entorno. Y, de ese modo, ser capaces de mejorar nuestra vida con la ayuda del Feng Shui.
A pequeña escala, esto significa que sólo deberíamos rodearnos de esos objetos que nos hacen sentir bien: ropa, platos, material de oficina, bolsos, libros, cuadros… Y deshacernos de aquellas cosas que ya no tienen nada que ver con nuestra vida actual. Por ejemplo, ¿las cartas de amor de un ex que siguen guardadas en el desván de tus padres? ¿Estás conectado a ellas? Y, los expedientes de tu época de estudiante, ¿sigues guardándolos en casa aunque ya no los usa? ¿Por qué?
Estos algunos pequeños detalles que, si no los eliminas, pueden estar frenando tu avance y crecimiento como persona actualmente.
Ten en cuenta que otro aspecto a tener en cuenta es asegurarte de que todos los muebles de tu casa están en sintonía positiva contigo y con tus necesidades. Tu casa debería funcionar como “tu mejor amiga”. Es decir, tú y tu hogar tenéis que estar en sintonía, en la misma línea para que sea un verdadero apoyo para ti en tu vida diaria. Tanto en los días felices como cuando necesites consuelo por estar triste.
Así que, desde aquí, te animo a prestar más atención a aquello de lo que te rodeas. Como te decía hace un momento, todo es energía y las energías que nos rodean influyen en nuestro equilibrio y bienestar. Puedes empezar poco a poco y verás como con pequeños cambios comenzarás a notar cambios positivos.
Por supuesto, aquí me tienes si deseas que te acompañe a dar los próximos pasos para gestionar, de forma correcta, las energías de tu hogar. Estaré encantada de ayudarte tanto a través de los contenidos en mi blog, en el que puedes encontrar tantas ideas, como estudiando tu caso personalmente.