Desde hace tiempo, he estado estudiando cuál podía ser el lugar perfecto de trabajo en mi casa.
Para los que me conocéis y me seguís desde hace tiempo, sabéis que a principios del año chino trasladé mi despacho del dormitorio al sótano.
Si sabes un poco de Feng Shui, también sabrás que hay exactamente dos lugares en los que nunca deberías instalar un puesto de trabajo en casa. Precisamente, el dormitorio y el sótano.
Ambos corresponden a fuertes energías Yin. Que, como he explicado en alguna ocasión, no son necesariamente propicias para el éxito en tu profesión.
Para colmo, en el dormitorio, no era posible mejorar las buenas energías con agua activa, porque no es nada recomendable tener ese tipo de actividad allí. Porque queríamos asegurar, en esa habitación de la casa, un buen descanso.
Por cierto, esto es también una de las razones por las que se desaconsejan los espejos en los dormitorios. Ya que, al fin y al cabo, reflejan cada detalle. Y, por ese motivo, también deben considerarse como un activador.
Entonces, ¿por qué trasladé mi estudio precisamente a una de las zonas de la casa “menos recomendables”?
Por supuesto, tiene que ver con las energías predominantes. Sigue leyendo y te lo cuento con detalle.
Cómo encontré el lugar perfecto de trabajo
Como puede ocurrir en la vivienda de cualquier otra persona, la situación inicial en mi casa fue de todo, menos buena.
Así que, poco a poco, empecé a cambiar las cosas. Precisamente, eso es también lo que recomiendo a mis clientes.
Por supuesto, doy muchos consejos y sugerencias sobre lo que se puede cambiar y lo que sería óptimo. Pero, a veces, se necesita tiempo hasta que las cosas se pueden aplicar, de verdad, de forma adecuada y eficaz. Se trata de una mejora “paso a paso”. Y es válida si no tienes la suerte de incluir un proyecto de Feng Shui desde el principio, que no era mi caso.
La verdad, sólo tengo una buena zona de energía en la casa. Y, la casualidad es que está situada donde se ubican el dormitorio, la cocina y la habitación del sótano.
Y, como experta en Feng Shui, sabía que además de las energías básicas, están también las energías anuales y las energías mensuales.
Porque, igual que ocurre con el viento, la energía nunca deja de fluir. Y siempre trae algo nuevo.
La importancia de elegir el momento adecuado
Este año, vi que había llegado el momento. La energía del 2021 apoya perfectamente mi energía básica para los proyectos profesionales. Y, por eso, tuve que idear algo para poder activar además esta gran combinación energética.
Para mí, el año nuevo empieza en febrero, como para los chinos.
Así que pensé en cómo me gustaría tener mis nuevos espacios y empecé en febrero, primero, con la limpieza.
Teníamos el típico sótano donde las cosas se guardan rápidamente, con la cama de invitados y armarios con todo tipo de cosas innecesarias en ellos.
Poner en orden todo eso, me llevó más tiempo del que pensaba. Soy una persona ordenada, con pocas cosas. Al menos eso es lo que creo, porque hago limpieza regularmente. Pero esta acción me enseño otra cosa.
Tras preparar el lugar y poner orden, lo primero que hice fue pintar para activar con el color. Entonces los lugares de trabajo de Elías (mi marido) y mío se alinearon de tal manera que nos apoyamos bien. Los dos tenemos las mismas direcciones que nos convienen, así que … fue un verdadero desafío.
Ahora, pasados unos meses, la fuente de la mesa pudo conectarse por fin. Es el activador por excelencia. Por supuesto, para esta acción elijo un día especialmente propicio.
Entonces, ¿ahora mi nueva oficina tiene un aspecto estupendo? ¿Muebles nuevos, cuadros en la pared, todo de punta?
Por supuesto que no. Y te diré por qué.
Este cambio fue una prueba. No sabía si mi nuevo espacio de trabajo quedaría tal cual y si me daría el impulso de energía que buscaba.
Tomé lo que tenía y alineé todo como lo necesitaba. De hecho, nuestras mesas son una vieja mesa de cocina y la mesa de jardín. Todavía, están recogidas las sillas y no hay nada colgado en las paredes.
Ahora, ya ha pasado un tiempo. La verdad es que las primeras semanas me costó un poco de superación bajar al sótano. Pero, ahora, trabajo a gusto y bien allí.
Me encanta mi nuevo espacio de trabajo y ahora puedo empezar a pensar qué quiero poner en las paredes. Y qué muebles de oficina pueden embellecer mi zona para que me guste aún más ir a trabajar.
El cambio no siempre consiste en aplicar todo de inmediato. A veces, es mucho mejor dejar que un engranaje se enfrente al otro y no precipitarse.
En mi caso, bien podría haber regresado con la oficina a su lugar original si hubiera notado que el cambio no era positivo.
Si tú también estás en un momento de cambio y deseas encontrar tu lugar de trabajo perfecto o bien optimizar el actual, puedes consultarme. Verás como te ayudaré a encontrar el mejor espacio para tu actividad profesional. ¡Disfruta con tus cambios!