Siempre me ha gustado redecorar y mejorar la casa. Es como que siento de vez en cuando la necesidad de implementar cambios. A lo mejor lo conoces y eres una loca como yo.
Hace muchos años me llego una historia de una mujer que murió y que había guardado para un día especial su ropa bonita. Al igual que la necesidad de cambiar mi casa cada dos por tres sentí, después de leer este articulo, que yo también tenía que implementar otra costumbre.
Me refiero a la costumbre de solo usar cosas, objetos, decoraciones que me dicen algo y que me transmiten un sentimiento bueno. Porque, no quiero usar los vasos bonitos solo en ocasiones especiales. Las quiero usar cualquier día. Simplemente, porque con bonitos y quiero usarlas para sentirme bien y hacerme el momento más agradable.
Además de hacerte un regalo cada día, también ahorras un montón de espacio porque no necesitas la misma cosa por partida doble: una para cada día y otra para ocasiones especiales.
La importancia de liberarse de las cosas que no usamos
Al día de hoy quedan muy pocos objetos en mi casa que no puedo usar a diario.
Excluyo las cosas de los niños. Cuando son más pequeños tendrías que hacer una limpieza de objetos, cada poco tiempo, para estar al día. Aún así, 2 veces al año a lo mejor se puede.
Liberarse de un exceso de cosas nos libera mucho más que solo espacio en nuestros armarios. Nos liberamos de una energía estancada que puede bloquear alguna faceta de nuestra vida. Lo malo es que, a lo mejor, no nos damos cuenta de esto.
Personalmente, a mi me gusta seguir con la antigua tradición de poner todo patas arriba en primavera. Para hacer una limpieza a fondo y cambiar los armarios. Además, aprovecho esta oportunidad para quitarme de encima todo lo que sobra. Lo tiro si está roto o no sirve para otros. Lo demás, lo doy a asociaciones de personas que lo necesiten o a amigos.
Tradicionalmente, los chinos lo hacen en la época de su año nuevo, que es alrededor de febrero. Pero a mí me parece más adecuada la época de Pascua. Es el momento de la Renovación. En esta época las energías nos acompañan y ayudan en todas las acciones de crecimiento y transformación.
Y no olvides esto: para que puedas dejar entrar cosas nuevas a tu vida, hay que dejar primero salir lo viejo. Ya sean zapatos y ropa, libros o también viejas costumbres.
Por qué es tan importante la energía que te rodea
En el Feng Shui partimos de la idea de que tu entorno ocupa una tercera parte de lo que influye en cómo te sientes y como va tu vida.
Otro tercio son las habilidades y circunstancias del día a día. Y el último tercio es lo que traes desde tu nacimiento. Tu color de pelo y ojos, carácter entre otros. En el último no puedes hacer cambios. En el segundo puedes mejorar si quieres. Puedes mejorar tus posibilidades de vivir una vida más llena en trabajar tu mente o una habilidad como aprender un idioma. Es el primer tercio el que influye al igual pero casi nunca tenemos en cuenta.
Nuestro entorno. Hacer que la energía fluya sin obstáculos y, además, de una forma que nos facilite las circunstancias es una maravilla. Tenemos esta herramienta en nuestro poder pero pocos lo usan.
Usamos el Feng Shui pensando en hacer nuestra casa más bonita, más equilibrada y para mejorar nuestro bienestar. Pero, el Feng Shui puede ayudar en muchas cosas más. Está a nuestro alcance. Solo hay que usarlo para mejorar nuestras vidas.
Cómo mejorar la casa y llenarla de energía
Me gustaría contarte unos trucos muy fáciles para llenar tu casa con nueva energía. Te va a encantar volver a casa, después de tu día de trabajo, y sentirte bien en un lugar regenerado que llena tu descanso de bienestar.
Las medidas más fáciles son estas:
- Saca las alfombras para batirlas, lavarlas o llevarlas a la tintorería
- Abre tu armario y quita todo lo que no te vas a poner nunca más. También toda la ropa pequeña, la que tiene más de uno o dos años sin ponerte y la ropa rota o desgastada.
- Sigue con el zapatero…Y, ahora, piensa en tus calcetines, cinturones, pañuelos
- Limpia la casa a fondo con todos los armarios, ventanas, paredes y puertas
Coloca las cosas quitadas directamente en un saco para donar o para reciclar si no están para uso. La cuestión es que deberían salir en las próximas 48 horas, como mucho.
Igual, ya has hecho todo esto.
A continuación, cuando esté todo limpio, tomate unos minutos para caminar por la casa. Pon atención a rincones en los que se acumula frecuentemente el polvo.
¿Hay alguna manera de cambiar este rincón, moviendo muebles o poniendo plantas, por ejemplo?
Por cierto, ¿tienes un sitio favorito en tu casa? ¿Un sillón, el sofá o la silla de la mesa de comedor?
Siéntate y mira atentamente a tu alrededor. ¿Hay alguna esquina de un mueble apuntándote? ¿Puedes cambiarlo de sitio?
¿Hay una viga encima de ti? ¿Estás entre una puerta y una ventana, o dos puertas, o tienes la ventana en tu espalda? Y, los cuadros en las paredes, ¿son alegres o tristes?
¡Pregúntate realmente si te relajas y descansas en este sitio!
Si no es así, y no encuentras la razón, solo tienes que ponerte en contacto conmigo y te ayudaré con mucho gusto para que tu casa sea ese hogar para recuperarte y “repostar tu energía”.
Os animo a encontrar el momento de empezar con alguno de los puntos de la lista. Paso a paso. Lo importante es dar el primer paso para mejorar la casa.
